Las costillas son huesos curvos que se encuentran en el tórax, al que proporcionan soporte y protección, al tiempo que permiten los movimientos respiratorios. Estas funciones son posibles gracias a la característica estructura que tienen. Al mismo tiempo que sirven de soporte de la caja torácica, las costillas constituyen una barrera de protección para algunos órganos vitales. Tanto el corazón como los pulmones, el hígado y el bazo se encuentran bajo el armazón que forma las costillas.
Las costillas están específicamente dispuestas para permitir los cambios de volumen que se producen en el tórax durante la respiración. Si el tórax estuviese recubierto por una coraza continua de hueso, no podría tener libertad alguna de movimiento. Si, por el contrario, no estuviese ninguna costilla que sujetase las paredes de la caja torácica, ésta se colapsaría cada vez que realizásemos una inspiración profunda, con las consiguientes lesiones en los órganos de su interior.
Las costillas y los músculos intercostales recubren las partes superior y laterales del tórax. En la base de la caja torácica se encuentra el diafragma (un músculo ancho y fino con forma de paraguas abierto) fijado en todo su contorno a las costillas. Centradas y recubriendo la clase de órganos que protege éstas, forman una parte muy importante de nuestra anatomía.
El volumen de aire contenido en la caja torácica puede aumentar de dos maneras. Por un lado el diafragma puede contraerse para hacerse así más plano; por otro lado la musculatura insertada en las costillas puede tirar de ellas, haciendo que se desplacen hacia arriba y hacia afuera. Este proceso puede notarse al colocar las manos en la parte más baja del tórax, y realizar una inspiración profunda y lenta.
Las costillas se encuentran directamente ajustadas a la columna vertebral mediante unas articulaciones especiales que les permiten los movimientos a los que son sometidas durante la respiración. En su extremo anterior están ensambladas con el esternón mediante un armazón flexible. Las dos últimas costillas son más cortas, por lo que no llegan a unirse con el esternón.
Más información – ¿Qué es la fascitis plantar?